Los idiomas artificiales, también conocidos como lenguas construidas o conlangs (del inglés "constructed languages"), son idiomas que han sido creados deliberadamente por individuos o grupos con propósitos específicos, como la comunicación internacional, la creación de una lengua para una obra de ficción, la exploración de conceptos lingüísticos o culturales, o incluso con fines artísticos. Estos idiomas no evolucionaron de manera natural a través de la interacción humana a lo largo del tiempo, como la mayoría de los idiomas naturales, sino que fueron diseñados y planificados por sus creadores. Algunos ejemplos de idiomas artificiales conocidos incluyen:
Esperanto: Uno de los idiomas artificiales más famosos y ampliamente hablados. Fue creado en el siglo XIX por el lingüista L. L. Zamenhof como un idioma internacional auxiliar destinado a fomentar la comunicación entre personas de diferentes nacionalidades. El esperanto tiene una gramática simple y un vocabulario que combina elementos de varias lenguas europeas.
Klingon: Un idioma ficticio creado por Marc Okrand para la franquicia de Star Trek. Es hablado por la raza alienígena Klingon en la serie y se ha desarrollado de manera bastante completa, con gramática y un vocabulario significativo.
Dothraki y Valyrio: Estos son dos idiomas ficticios creados por el lingüista David J. Peterson para la serie de televisión "Juego de Tronos". Peterson desarrolló gramáticas y vocabularios completos para ambas lenguas.
uno de tantos idiomas artificiales
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